Organización y productividad

Gestión eficaz del tiempo de trabajo: crea un diario laboral

(Actualización 9/12/2021)

Siempre he sido una persona tremendamente organizada y planificadora, tanto en mi vida profesional como personal. Como resultado, hace años decidí empezar a dejar constancia escrita de los días de vacaciones y festivos que me tomaba libres para, al cabo del año, saber cuántos días laborables no había trabajado. Seguro que hay varios programas informáticos idóneos para dicha tarea, pero yo opté por el método más rudimentario: un sencillo documento de Excel con una columna para cada año, una fila para cada día del año y un cómputo total al final.

Con la llegada del nuevo año me he propuesto ir un paso más allá: no solo reflejar los días de vacaciones o festivos, sino anotar todas las tareas que hago día a día para saber exactamente en qué invierto mi tiempo de trabajo. Existen programas de gestión del tiempo útiles para ese cometido, que permiten registrar el tiempo que pasamos delante del ordenador y analizar cuántas horas dedicamos a cada actividad o aplicación informática. Estos son algunos:

  • Trello: aplicación idónea para la gestión de proyectos, la coordinación de equipos y el control del flujo de trabajo, basada en tableros, listas y tarjetas (metodología kanban).
  • RescueTime: hace un seguimiento automático del tiempo que pasas en el ordenador y a qué lo dedicas, qué programas, aplicaciones, sitios web o documentos utilizas y durante cuánto tiempo.
  • ManicTime: sigue el mismo concepto que RescueTime, pero a diferencia de esta aplicación, que funciona en la nube y requiere crear una cuenta, ManicTime se instala de forma local en el ordenador, por lo que funciona sin conexión a internet y garantiza que tus datos no se envían a nadie.
  • Toggl: sirve para registrar el tiempo que inviertes en distintos proyectos, clientes y tareas. Es necesario activar el cronómetro manualmente. También está basado en la nube.
  • Todoist y MS To Do: aplicaciones para crear y gestionar listas de tareas.

Aunque estos programas son muy útiles para tener una visión precisa de en qué se nos va el tiempo (de hecho, yo utilizo ManicTime y MS To Do), el objetivo que me he fijado no es tanto saber cuánto tiempo dedico a cada tarea, sino más bien saber cuáles son esas tareas, dejar constancia de las actividades que hago cada día a modo de diario laboral. La finalidad: poder determinar si he dedicado mi tiempo a trabajo remunerado o no remunerado, saber —aunque sea grosso modo— cuántos días al mes o al año invierto en actividades de promoción o formación, evitar la procrastinación y las interrupciones o, si las hay, detectarlas y reducirlas al mínimo.

Para llevar a cabo dicha empresa, he vuelto a optar por una sencilla hoja de Excel que he sumado a la de vacaciones y festivos que he mencionado anteriormente. El diseño es muy sencillo: una hoja para cada año y una columna respectivamente para el día de la semana, la fecha, la hora de inicio y la hora de fin de la jornada laboral, junto con el descanso de mediodía y el tiempo total, las tareas realizadas y etiquetas para clasificarlas. Mi intención es reflejar todas las actividades que hago dentro de mi tiempo de trabajo:

  • Traducción, revisión o corrección (trabajo remunerado).
  • Actividades de promoción y marketing: actualización del currículum o de la página web, envío de correos, respuesta a ofertas y solicitudes, etc.
  • Uso de redes sociales.
  • Actividades de formación: cursos, webinarios, autodidacta, etc.
  • Tareas administrativas: declaraciones fiscales, facturas, etc.

He querido simplificar al máximo el método porque, para que funcione, tiene que ser un registro fácil de llevar.

Por otro lado, como parte de mi estrategia para conseguir gestionar el tiempo de manera más eficiente y aprovecharlo al máximo, he decidido utilizar sistemáticamente la técnica Pomodoro para reforzar la concentración, para lo cual asignaré uno o varios ciclos de trabajo a cada tarea prevista del día. Así pues, el desarrollo general de una jornada típica de trabajo sería el siguiente:

  • Repaso de las tareas previstas para el día (fundamental ponerlas por escrito de un día para otro).
  • Registro de la hora de inicio de la jornada laboral.
  • Realización de las tareas, cronometrando cada una con ciclos Pomodoro.
  • Registro de la hora de fin de la jornada laboral.
  • Registro de las actividades realizadas en el diario laboral.

En definitiva, lo que pretendo con todo este montaje es gestionar y organizar mejor el tiempo de trabajo y ser consciente de lo que hago y cuándo lo hago. ¡Espero conseguirlo!

26 comentarios en “Gestión eficaz del tiempo de trabajo: crea un diario laboral”

  1. Hola Isabel y todos:

    Sin duda una entrada muy interesante y con un hilo de comentarios muy enriquecedor. Aporto mi granito de arena con cómo gestiono también yo mi tiempo, sobre todo, de cara a elaborar la lista de tareas el día anterior al《cerrar el chiringuito》: la matriz de administración del tiempo, de cuatro cuadrantes.

    Básicamente se trata de ordenar lo que se quiere conseguir en función de si es importante y urgente, no importante pero urgente, no urgente aunque importante y ni importante ni urgente. A mí me fue en su día de gran utilidad también para saber identificar mejor mis ladrones de tiempo.

    Realizo cómputos de los volúmenes por días, para conocer mi productividad y rentabilidad, y de ahora en adelante también usaré tu Excel. Yo me marco las horas en el calendario de Gmail, pero tiene sus limitaciones… Es más para un repaso visual y en diagonal de la semana. ¡Lo de las etiquetas no tiene precio! :O

    Otra que os manda saludos desde Canarias 🙂

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  2. Hola Isabel,

    Me llamo Mónica, me parece muy interesante tu blog y muy útiles los consejos que das, ¡felicidades! 🙂

    Estoy en segundo del grado en Traducción e Interpretación en la UJI de Castellón.
    Hace poco me ofrecieron un mini trabajo de traducción del español al inglés de un texto sobre condiciones de venta para una página web.
    El encargo es del padre de una amiga, me ha explicado que son cinco páginas A4 y me ha pedido que lo piense y le diga el tiempo que creo que me costará y el precio. Yo le he avisado de que estoy en segundo de carrera y que no soy una profesional, pero que me gustaría intentarlo.
    Me he leído varios foros y páginas web de traductores para orientarme, pero no sé qué precio le tengo que decir porque ni siquiera he acabado la carrera… Tampoco sé el tiempo que me costará.

    Supongo que alguien con experiencia podría orientarme un poco. Así que, si no tienes inconveniente, me encantaría saber tu opinión.

    ¡Gracias por adelantado!

    Mónica

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    1. Hola, Mónica:

      Gracias por tu comentario y bienvenida a mi blog. Este no es el lugar ni el artículo más adecuado para plantear esa cuestión, pero te respondo de todas formas: creo sinceramente que deberías rechazar el encargo. No solo por el hecho de que todavía seas estudiante de segundo de carrera, sino principalmente porque es un encargo de traducción inversa. Se trata de la traducción de unas condiciones de venta para una página web, es decir, de un texto semilegal que se hará público y será leído por otras personas. Por tanto, debería tener una redacción impecable para que la imagen de la empresa o profesional en cuestión resulte igual de impecable. Así pues, deberías plantearte si estás capacitada para traducir este tipo de texto al inglés con la misma calidad que si lo tradujeras a tu lengua materna, que supongo que es el español. En el 95 % de los casos, incluso de traductores profesionales, la respuesta es no. Y teniendo en cuenta tu falta añadida de experiencia en la profesión, creo sin duda que deberías remitir al padre de tu amiga a un traductor nativo profesional. Es mi opinión.

      Un saludo.
      Isabel

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    2. Y todo lo dicho anteriormente sin mencionar, además, lo que supone cobrar un trabajo en negro, en términos tanto de fraude fiscal como de competencia desleal hacia los traductores que pagamos religiosamente nuestros impuestos.

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      1. La verdad es que ya me lo había planteado, pero gracias por tu sinceridad.

        Un saludo.
        Mónica

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  3. Vaya, no imaginé que esta entrada os resultaría tan útil, pero me alegro de que así sea. Por supuesto, os doy gustosa mi permiso para copiarme la idea y la plantilla. Gracias también por vuestros valiosos consejos y opiniones.

    ¡Buen finde y un abrazo a todos!

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  4. Muy interesante este post sobre la gestión que le dedicas a tu actividad empresarial. Lo estoy aplicando para gestionar el poco tiempo que me queda después de trabajar para dedicarlo a la carrera y de esta manera saber como distribuyo el tiempo y si lo distribuyo correctamente.

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  5. Me gustó mucho este artículo. Una de mis metas para este año es aprender a organizar mejor mi tiempo y registrar más detalladamente mi trabajo, así que esto me vino de lujo. Te copié el sistema de la planilla de Excel 🙂
    También probé por primera vez la técnica Pomodoro y me gustó mucho. ¡Gracias por las ideas, Isabel!

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  6. ¿Por qué será que (casi) todo lo que escribes me gusta? 🙂 Te iba a decir que iba a intentar copiártelo, pero creo que no lo llevaré a cabo. No obstante, si lo hago algún día, te aseguro que te lo contaré.
    Un beso, guapa.
    Luisa

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  7. ¡UALA! Me mola mucho. Yo tengo una con la cantidad de palabras traducidas y corregidas a la semana, pero creo que esto ya cerraría perfectamente el ciclo de «Qué hago con mi tiempo». Si no te importa, te lo copio 🙂

    ¡Muchas gracias por la entrada!

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  8. Por cierto, Isabel. Se me olvidaba mencionar que escribí esto en mi ¿blog? hace dos años y medio. Quizá te interese:

    http://tenesor.wordpress.com/2010/07/08/26/

    Yo también espero conocerte pronto. De hecho, esta mañana, mi compañera Fabienne y yo te mencionamos durante el café, a propósito de tu artículo sobre el trabajo o destrozo de algunos correctores. Hablaremos pronto.

    Abrazos.

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  9. Hola Isabel:

    Me gusta mucho el artículo que has escrito. De hecho, pretendo dar un taller —basado en mi experiencia personal— sobre este tema en el aniversario de Asetrad. De hecho, creo que me lo han aceptado.

    Como comenté ayer a través de Twitter, antes me organizaba bien, pero hoy me organizo mucho mejor. Además, siempre he estado implicado en un montón de actividades y mucha gente me pregunta cuántas horas tienen mis días.

    Para mí, el sistema GTD, de David Allen, fue todo un descubrimiento, pues lo utilizo para apuntar cualquier tarea, desde la más grande hasta la más insignificante. De ese modo, siento que tengo control absoluto sobre mi vida y sobre mi tiempo y, además, cada vez que termino una tarea, me siento muy productivo. También me ha ayudado mucho imponerme un horario de trabajo y obligarme a descansar. De hecho, los fines de semana solo trabajo en casos de fuerza mayor. En mi caso, al trabajo, tengo que sumar las obligaciones que supone una hija, hacer la comida toddos los días y otras tareas domésticas, así como formar parte de un equipo de natación, con entrenamientos y competiciones programados.

    Con respecto a la técnica Pomodoro, si bien la utilizo en ocasiones de proyectos muy largos que requieren mucha concentración o una entrega muy ajustada en el tiempo, creo que resulta más útil para estudiar. No obstante, otorgarse descansitos a modo de premio es fundamental para adquirir una dinámica o una disciplina.

    Por último, en lo que se refiere a las herramientas, además de las mencionadas, para GTD, utilizo Things. Es para Apple y, además, de pago. También está la alternativa gratuita Evernote. Esta última es una maravillosa herramienta que vale para casi todo. Sin embargo, tiene tantas posibilidades que, en ocasiones, me abruma y, sobre todo, me distrae mucho cuando voy a apuntar una tarea y veo esos enlaces o páginas web que guardé para leer más tarde.

    Muchas gracias por seguir compartiendo tus inquietudes con tu blog.
    Un abrazo desde Canarias.

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    1. Me ha gustado mucho tu comentario, Tenesor. Has reflejado tan bien mis propias ideas que no puedo añadirle ni una coma a lo que has dicho. Bueno, sí: que estoy deseando que llegue el congreso de Asetrad para conocerte y asistir a ese taller sobre gestión del tiempo, que seguro que es de lo más interesante. 🙂

      ¡Un abrazo desde Alicante!

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  10. Hoia, Isabel (y resto de colegas): me ha parecido una entrada muy interesante. No creo en la técnica Pommodoro. Para un servidor, las interrupciones son un factor de pérdida de concentración y tener que reconcentrarse en lo que estás haciendo cinco veces al día en una mañana y unas cuantas más por la tarde me parece excesivo.

    Por otra parte, leo que casi todo el mundo sigue un horario laboral empresarial Es algo en lo que se piensa poco, pero, de trabajar con luz solar, a trabajar con luz artificial (costes de electricidad aparte), va un mundo en cuanto a cansancio y estrés laboral: ¿Conocéis algún traductor que utilice el ritmo africaniano ( http://bit.ly/OQagc1 ) para trabajar?

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    1. Gracias por tu comentario, Pablo. En cuanto a la técnica Pomodoro, yo no siempre divido el tiempo en bloques de 25 minutos; depende de la tarea que esté realizando, de lo pesada que sea y de mi nivel de concentración. Si se trata de una tarea tediosa para la que estoy poco concentrada, sí divido el tiempo en ciclos pequeños para obtener el máximo rendimiento posible, pero si se trata de una tarea que me absorbe o que requiere aprovechar la inspiración del momento, hago ciclos más largos, de 45, 50 o 60 minutos, o incluso lo hago todo del tirón. Lo importante es hacer un descanso adecuado al final de cada uno de esos ciclos.

      En cuanto al ritmo de trabajo, yo me organizo mejor si tengo un horario más o menos fijo que si me guío por la salida y la puesta del sol, y por ese motivo trato de empezar y terminar siempre, dentro de lo posible, a la misma hora.

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      1. Hola, Isabel, muchas gracias por tu respuesta. Me imagino que lo de la técnica Pommodoro va en función el carácter de cada persona. A un servidor le cuesta muchísimo concentrarse. Pero, una vez puesto, el resto del mundo desaparece, hasta que termino la tarea.

        En cuanto al ritmo africaniano, lo he estado probando estos últimos meses y es una pasada, Aunque, entiendo que no le siente igual a todo el mundo. De todos modos, en el ritmo africaniano, a no ser que haga mal tiempo o esté nublo, las diferencias horarias de un día a otros también son mínimas.

        Para organizarme utilizo una técnica mixta, que utiliza simultáneamente el GTD que comenta Tenesor y el Kanban, lo que me permite cambiar las prioridades de una forma muy simple (arrastrándolas) en un momento dado. En Internet, por si quieres/queréis consultar el sistema, existe una aplicación gratuita (KanbanFlow) que hace precisamente eso.

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  11. ¡Muy interesante! Yo también uso algo similar, pero en un mismo fichero gestiono el histórico de proyectos, clientes, facturación, etc.
    Un abrazo
    Laura

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  12. ¡Hola, Isabel!

    Me ha parecido muy interesante tu entrada. Yo empecé hace poco a hacer algo muy parecido, pero utilizando Microsoft Access. Con Access es un poco más complicado crear la tabla y la base de datos, pero una vez hecha, te permite rescatar la información que más te interese mediante los formularios de consulta (queries). Este método tiene la ventaja de que se ahorra muchísimo tiempo a la hora de contabilizar o de rescatar la inforamción que queramos consultar.

    Con Excel puede llevar más tiempo contabilizar las tareas (y más todavía si es a lo largo de todo un año o si nuestra tabla es muy extensa). Sin embargo, con Access, por ejemplo, podrías realizar una consulta para extraer de la base de datos todos los días que lleven la etiqueta «libre» o que incluyan «festivo», de forma que podrías contabilizarlos en segundos.

    En cualquier caso, Excel, aunque más sencillito también es muy útil para estos fines. Es cuestión de echarle imaginación (lo de las etiquetas me ha encantado).

    Un saludo.

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    1. Totalmente de acuerdo… En Excel yo uso fórmulas que buscan coincidencias y suman, especialmente «Contar.Si» y «Sumar.Si». Con eso y un poquito de conocimiento sobre PivotChart… You are sorted!

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  13. Muy interesante, Isa, aunque me parece difícil determinar el desglose de cada jornada por tareas porque, en mi caso, trato de alternar ratos de traducción con ratos de comunicación con clientes y redes sociales. Lo que sí me parece muy interesante (yo lo empecé a hacer hace años pero me pudo la pereza) es saber cuántas horas al día dedicamos a nuestra profesión para poder hacer una comparación realista con otros trabajos por cuenta ajena. ¡Un abrazo!

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    1. Tienes toda la razón, Esther. Por eso no aspiro a registrar las tareas al detalle, sino solo en líneas generales para ver si en conjunto he aprovechado el tiempo o, por el contrario, me he pasado el día moneando. 🙂

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  14. Muy Interesante, Isa. Yo uso algo similar y combino planificación con histórico de clientes y tareas… Al mismo tiempo me sirve para enlazar con la facturación y tener una visión general más completa. ¿Ya nos contarás cómo te funciona!

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